Último día del año, naturalmente una de las cosas en las que pensamos es, si hemos logrado todos los objetivos planteados, esto no es ajeno a las organizaciones, por lo tanto me parece significativo hablar de evaluación de desempeño, herramienta muchas veces utilizada por el solo hecho de su existencia pero desconociendo en profundidad su por qué, para qué, el cómo y sus beneficios.
Una de las cuestiones más relevantes en este aspecto es que muchas veces las evaluaciones se realizan pero sin antes haber planificado, sin antes haber avisado al personal que aspectos se tendrían en cuenta y para cuando estaban pensadas.
Existen múltiples métodos de evaluación de desempeño en algunas solo evalúa quien supervisa a la persona, en otras en cambio todos los participantes del proceso aportan sus percepciones, pero en todo método hay algo en común, la palabra evaluación despierta entre otras cosas inquietud e incertidumbre en el personal, por lo cual, es preciso que se explique con que fin se la va a realizar, para que las personas se sientan tranquilas y sean sinceras en sus respuestas.
Las evaluaciones de desempeño datan de hace siglos, y aún así en esta parte del globo la seguimos desconociendo, temiendo y no teniendo claro lo importante que es y su aprovechamiento.
Las evaluaciones de desempeño deben estar planificadas por quien gestiona, administra, supervisa, el área de personal, quien asume un rol de staff, diseñando la herramienta y asesorando a quienes supervisan directamente, quienes junto a la dirección mantienen la autoridad de línea, pero sin olvidar que la responsabilidad es compartida por todos los que participan del proceso y teniendo presente que como todo proyecto o programa que se lleva a cabo dentro de una organización necesita de retroalimentación.
Feliz último día del año, que el próximo nos encuentre realizando lo que nos apasiona.
Lic. Diamantina Miño.